En CEPSICAP abordamos las dificultades de cada persona de manera individual

Dentro de un clima cercano y agradable en el cual la persona puede ir realizando su propio trabajo de desarrollo personal.

Trabajamos dentro del paradigma contextual, las llamadas Terapias de Conducta de Tercera Generación. Utilizando, sobre todo, La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y el entrenamiento en Mindfulness, y además otras como la Terapia Dialéctica Conductual (DBT), Psicoterapia Analítico Funcional (FAP), La Terapia de Activación Conductual (AC)

La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es una terapia basada en la aceptación de lo que no podemos controlar o cambiar, centrando la atención en aquello que le importa a la persona. Se trata de una terapia con importante aval experimental, especialmente indicada para evitar la cronificación de los problemas psicológicos, y absolutamente respetuosa con los intereses y valores de las personas.

Mindfulness se traduce como atención plena o conciencia plena. Jon Kabat-Zinn, referente en esta práctica, la define como “Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”. A través de la práctica y el entrenamiento en Mindfulness enseñamos a la persona otra manera de relacionarse con sus pensamientos y emociones, sin que le impidan llevar a cabo las acciones importantes para ella.

Nuestro trabajo va dirigido a personas de todas las edades, niños/as, adolescentes, adultos/as, padres, madres,… Solo hay que tener en cuenta unas pequeñas claves que indican cuando acudir a un profesional.

Terapia para
Adultos

A lo largo de la vida todos nos encontramos ante situaciones difíciles o problemáticas. Nuestra forma de afrontarlas y los intentos infructuosos por solucionarlas, en ocasiones nos ponen en la tesitura de decidir acudir a un profesional cuando nos encontramos “mal” y no sabemos cómo solucionarlo. Sin embargo, todas las personas tenemos en algún momento dado algún síntoma de malestar emocional y no por ello significa que tengamos un problema o trastorno.

Por lo tanto es oportuno acudir a un profesional cuando:

La dificultad que estamos teniendo es frecuente, intensa, duradera en el tiempo o está afectando de forma significativa en algún área de nuestra vida.

Terapia para
Padres

Nadie nos enseña a ser padres y normalmente intentamos educar a nuestros hijos lo mejor posible, sin saber a veces cómo hacerlo. Sin embargo en muchas ocasiones surgen dificultades que no sabemos cómo abordar. Acudir a un profesional con nuestro hijo/hija es una decisión difícil pero la realidad es que estos profesionales están para evaluar las dificultades, detectar problemas, orientar y enseñar a los padres y a los niños a manejar y compensar esas dificultades.

Así, debemos acudir a un profesional para solicitar ayuda para nuestros hijos/as cuando:

Existan dificultades o un retraso patente en la adquisición de las diferentes destrezas y habilidades que facilitan el desarrollo normal del niño/niña o del adolescente (habla, lectura y escritura, control de esfínteres, autonomía, relaciones sociales,…)

Presenten conductas disruptivas o inadecuadas, miedos desproporcionados, tristeza, apatía, agresividad, inatención y despistes continuos, bajo rendimiento académico, negativismo…y cuando existen dificultades en el entorno familiar para el manejo de este tipo de conductas.

Desde el colegio o los servicios médicos nos sugieren que pueden existir problemas o dificultades en el comportamiento o desarrollo adecuado de nuestro hijo/a.